lunes, 18 de junio de 2018

¿Cuál es la mejor cámara fotográfica para niños?



Muchas veces los padres me preguntan ¿Cuál es la mejor cámara para un niño? y mi respuesta siempre es la misma: si a tu niño/a realmente le gusta la Fotografía, no es necesario comprarle una cámara en específico. Cualquier cámara es buena para que tenga un primer acercamiento a la Fotografía, incluso sin cámara, también puede aprender, como lo explico en el post anterior.

Cuando los niños comienzan a usar una cámara fotográfica, al principio, la emoción de poder manejarla y hacer fotos les brinda un sentimiento de logro. Para ellos es muy importante y los hace sentir "grandes". Es esa emoción la que va a ayudar al pequeño a "engancharse" con la Fotografía, y la que va a despertar su interés por seguir aprendiendo. A partir de ese momento, es nuestra oportunidad, como padres, maestros, orientadores....el aprovechar al máximo esa chispa creativa que empieza a brillar y ayudar al pequeño a encaminarla, usando para ello, ese maravilloso recurso como lo es la Fotografía.

Cualquier dispositivo móvil con cámara (celular/tablet), o cualquier cámara digital (sin importar tamaño, marca o modelo) puede convertirse en el recurso perfecto para que los niños inicien su aprendizaje visual, artístico, documental y creativo. Más adelante, cuando los pequeños alcanzan la edad de la adolescencia, y mantienen su interés en el aprendizaje fotográfico, es el momento de ir pensando en adquirir un equipo idóneo. Es entonces cuando sí se debería hacer una evaluación de las cámaras que están al alcance adquirir, así como de sus características técnicas y otros criterios que ayuden a seleccionar un equipo que pueda usar según el propósito que se plantee y que le sirva por largo tiempo para continuar sus estudios fotográficos en su etapa de juventud.

Si los padres poseen la capacidad para poder comprar una cámara a sus niños y/o adolescentes, existen varios factores a evaluar, antes de hacer la compra. En este artículo de Dzoom, explican cuáles son esos factores a considerar y exponen varias opciones para que los padres hagan su elección. 

Pero si los padres no pueden hacer gastos extras comprando una cámara fotográfica, no debería ser este un factor limitante en el aprendizaje visual de los niños. Lo recomendable es aprovechar lo que tenemos a mano, la cámara que tenemos en casa, establecer reglas para su uso (en caso de ser celulares de los padres), crear espacios y momentos agradables para que los niños practiquen fotografía y lo más importante, ayudarlos a comprender que su cultura visual y su capacidad creativa no dependen de una cámara, que no importa cuál cámara tiene, lo que importa es cómo la usa para expresar sus ideas, sus emociones y su manera de entender el mundo que los rodea.

Imagen de: Annie Spratt

jueves, 7 de junio de 2018

Desarrollo de la "mirada fotográfica" en los niños





Desde sus primeros años de vida, los niños desarrollan la capacidad de percibir y entender su entorno a través de la vista. Cuando todavía no conocen el lenguaje oral y escrito, se les hace sencillo y natural reconocer objetos, ambientes y personas, por características como formas, colores, texturas, etc. 

En el aprendizaje inicial de Fotografía en los niños, es importante ir estimulando el interés por "aprender a mirar". Podemos ver, pero es importante aprender a mirar. Con o sin cámara fotográfica, será un paso importante si logramos que los pequeños descubran esa capacidad, que todos tenemos, pero a veces no nos damos cuenta.

La cámara fotográfica es el recurso físico que utilizamos para hacer fotos, pero en realidad, es algo que hacemos en cada momento cuando miramos. Lo hacemos mentalmente, pero  con la cámara queda congelado para enseñarlo, guardarlo o recordarlo. El problema reside cuando no estamos acostumbrados a saber mirar y nuestra mayor preocupación se centra en manejar la cámara. 

No hay duda de que la cámara es lo que nos ayuda a captar fotográficamente y guardar lo que vemos, pero detrás de la cámara estamos nosotros, con nuestros ojos, con nuestros pensamientos y emociones, con nuestra cultura visual, con lo que sentimos y queremos expresar, y somos nosotros los que decidimos qué queremos captar con nuestra cámara. 

"Entrenar" nuestra mirada no se hace sólo con una cámara delante de los ojos; la fotografía está en nosotros, y podemos convertirla en nuestro lenguaje visual. 

Podemos ayudar a nuestros pequeños a ir internalizando esta idea de la mirada de manera lúdica, por ejemplo, con juegos como el que proponemos a continuación:

Juego "LA CÁMARA INVISIBLE":

Invita a tus niños a jugar imaginando que son fotógrafos y sus cámaras son invisibles. Pídeles que observen detenidamente a su alrededor, en cualquier lugar, desde su habitación hasta cualquier espacio externo. Motívalos a concentrarse en los detalles, líneas, sombras, rostros, animales, paisajes. Puedes ayudarlos a concentrarse en esta idea haciendo preguntas como: ¿Qué ves? ¿Qué te llama la atención de eso? ¿En qué piensas cuando lo ves? ¿A qué se parece esa forma? También explícales que puede moverse y verlo desde otro lugar, acercarse y alejarse, y que eso también hará que vea las cosas de otra manera. 

Para complementar, pueden hacer juntos un marco que pueden usar para encuadrar mentalmente la imagen de lo que está "fotografiando" con su mirada. O una cámara muy sencilla, de cartón, que simule una verdadera y con la que pueda encuadrar lo que mira. Para hacerlo divertido, pueden decorarla, pintándola con creyones, marcadores o adicionando detalles en cartulina o cualquier elemento decorativo que tengan a mano. Esto no es indispensable, pero resulta agradable relajarse un poco antes de hacer el ejercicio fotográfico.

Con este ejercicio los niños irán entendiendo paulatinamente la idea de aprender a mirar y se harán conscientes de su capacidad para crear imágenes que pueden transmitir algo. Desde una pequeña hoja en el piso hasta el más complejo paisaje contiene elementos que trabajan como lenguaje visual y los niños, que ya de por sí son observadores, tendrán la oportunidad de desarrollar su talento como pequeños fotógrafos. Además Papá y Mamá también aprenderán y compartirán momentos de relax con sus peques.

¡Vive con tus niños la aventura fotográfica!