jueves, 23 de agosto de 2018

La Fotografía en la Adolescencia



Tras una pausa de tres años, sin hacer talleres para adolescentes, este año tuve la oportunidad de regresar con ellos, en un taller básico que dicté en ocasión de las vacaciones escolares. Y, definitivamente, estoy convencida de que la adolescencia puede ser vista como una complicada montaña rusa de emociones o como un trampolín hacia el feliz autodescubrimiento. Es decisión de los adultos optar por una u otra y eso influirá en la relación con sus adolescentes y en lo útiles que sean para orientarlos en la exploración, descubrimiento y desarrollo de sus talentos.  Por eso, hoy quiero compartir de nuevo, este post de hace unos años:

La adolescencia, esa etapa de la vida tan hermosa y complicada, tan estudiada por los especialistas,  y en muchos casos temida por los padres.
Es en la adolescencia, cuando se dan en el individuo cambios definitivos y determinantes, no sólo a nivel físico sino a nivel mental y emocional. Desde el punto de vista médico, algunos investigadores atribuyen el "inexplicable y exagerado tono temperamental" de los adolescentes a las hormonas, pero es necesario recordar que en los seres humanos la influencia social, que deriva en lo emocional,  también juega un papel decisivo. Los adolescentes en esta etapa dan mucha importancia a la opinión de los demás, en especial de quienes forman parte de su círculo social, y es precisamente en las redes sociales donde observan, aprenden, comparten, a veces copian patrones y comienza un nuevo dolor de cabeza para sus padres: “Mi hijo/a es adicto/a a las selfies, ¿qué hago?”
Según Roberto Balaguer, psicólogo uruguayo, con postgrado en Psicoterapia Psicoanalítica de niños y adolescentes, “...el valor de la foto cambió. Antes era algo privado, para preservar. Hoy es para los otros”... “Estas fotos (autoretratos) están pensadas y publicadas en función de la audiencia, que se transforma en un protagonista.”
¿Es entonces la fotografía, específicamente el llamado “selfie” o autoretrato, un medio usado por el adolescente para sentirse aceptado por su círculo social? ¿Es una moda? En muchos casos sí. Pero también en muchos casos el adolescente siente la necesidad de expresarse, de ser escuchado, y es tal vez la fotografía un medio para lograrlo.
Creo que los padres no deberíamos entrar en pánico cuando observamos que nuestros hijos adolescentes invierten gran cantidad de su tiempo en hacerse autoretratos  y compartirlos en sus redes sociales. Si entramos en estado de angustia y preocupación entraremos también en modo controlador y esto es contraproducente si queremos entablar y mantener una relación sana con nuestros chicos. Debemos ser inteligentes y actuar de manera consciente y responsable pero sin coartar, porque sería el inicio de conflictos que no traerán nada bueno. En lugar de prohibir, se sugiere negociar amorosamente.
Así como en la adolescencia se dan muchos cambios que pudiesen ser considerados como complicados, turbulentos, críticos, también se dan cambios positivos, que pueden aprovecharse para potenciar en los chicos ideas, acciones y emociones favorables para su desarrollo.
El filósofo y pedagogo español José Antonio Marina expone en su libro El talento de los adolescentes  que “a diferencia del paradigma tradicional, que considera la adolescencia como una etapa problemática, en el centro del nuevo paradigma está en el reconocimiento de que hay un especial talento que cada adolescente debería desarrollar…Hay razones para pensar que el paradigma tradicional de la adolescencia (que pone el foco en los problemas y utiliza un lenguaje en ocasiones demasiado catastrófico) debe cambiarse porque no se adecúa a la realidad y porque no favorece el pleno desarrollo de la juventud, se convierte en una profecía que se cumple por el hecho de anunciarse. Debemos reivindicar la adolescencia como una etapa decisiva, creadora, y poderosa, y ayudar a su florecimiento.”
De manera que, si tomamos en consideración las afirmaciones de estos especialistas que han abordado este aspecto de la adolescencia, deberíamos invertir tiempo en ayudar a nuestros hijos a canalizar toda esa fuerza creadora que poseen, hacia un objetivo que sea el punto de partida de un proceso creativo, de la búsqueda del equilibrio y de un desarrollo que los convierta en seres humanos armoniosos.
Invita a tus adolescentes a lograr que sus “selfies” tengan un propósito. Que conviertan el hábito de autoretratarse en una actividad con contenido, que puede ser artístico y/o documental. Que traten de transmitir una idea con sus fotos, de encontrar y desarrollar su propio lenguaje visual, con el que mostrar sus emociones y sus pensamientos. Que profundicen en el conocimiento del hecho fotográfico como recurso para la expresión artística y la información. La idea no es prohibir que lo haga por pura diversión, o simplemente para compartir con sus seguidores en redes sociales lo bien que la está pasando en la playa, o el espectacular atuendo que lleva puesto, o la deliciosa comida que está a punto de comer, sino que dé el primer paso para llevar eso más allá, para usar sus fotos con una finalidad que le aporte un valor agregado sin dejar de ser algo divertido.
Pueden orientarlos en la búsqueda de fotógrafos autoretratistas que les sirvan de referencia y de los cuales puedan nutrirse para hacer sus propios proyectos. Enfocar su esfuerzo en hacer, por ejemplo, series fotográficas asociadas a diversos temas o ideas creativas. Iniciar estudios fotográficos. Integrarse a grupos de fotografía con los que pueda compartir conocimientos, ideas y lo mejor, el gusto por esta práctica que va mucho más allá de la simple creación de imágenes. La Fotografía es un poderoso y maravilloso medio de expresión que, bajo una apropiada orientación, inspiración y manejo, ayudará a los chicos a mostrar esa parte de su inteligencia emocional, que en ocasiones no conoce o no sabe manejar, además de descubrir y canalizar un talento que espera ser mostrado.

Mayela Fabbiani