lunes, 5 de diciembre de 2016

La Fotografía...efectiva terapia antiestrés



A medida que la humanidad ha ido creciendo, evolucionando y adaptándose a los cambios, ha ido también incrementando sus situaciones de crisis. Crisis de toda índole, a nivel mundial. Todos, sin distinción de raza ni edad, nos vemos de alguna manera afectados. Es entonces muy común por estos días caer en las garras del monstruo que nos agobia a todos, incluso sin que nos demos cuenta: el estrés.
El estrés puede afectar a cualquier persona que se sienta abrumada, incluso a los niños y adolescentes. En los niños en edad preescolar, ya el simple hecho de separarse de sus padres puede ocasionarles ansiedad. A medida que los niños crecen, las presiones académicas, familiares y sociales pueden producir estrés. El estrés puede acarrear trastornos físicos y emocionales en cualquiera que lo padezca, y si no son tratados a tiempo pueden llegar a degenerarse en enfermedades graves.
Sea cual sea la edad, hay que detectar y atender las necesidades del individuo estresado, a fin de bajar sus niveles de tensión, ansiedad y/o depresión. Los profesionales de la salud mental han ido implementando terapias alternativas para tratar a sus pacientes eficazmente. Fuentes bibliográficas que hablan de este tema, mencionan diversos tipos que van desde meditación, aromaterapia, fisioterapia, prácticas deportivas, arte terapia y muchas más.
Las  terapias alternativas son actividades recomendadas a la persona afectada, y que realizadas regularmente, bajo la orientación de los expertos, pueden ayudar a aliviar los síntomas del estrés. Entre ellas,  la Fotografía, está siendo utilizada desde hace algunos años para fines terapéuticos. Incluso, personas que no han presentado síntomas físicos y emocionales generados por el estrés (o al menos no están conscientes de ello), sino que simplemente se han iniciado en la práctica de la Fotografía como un pasatiempo, expresan que se trata de una actividad que las relaja, que las “desconecta” temporalmente del ajetreado ritmo de vida, que les permite crear paréntesis de tiempo para reencontrarse con su entorno y con ellas mismas y que ha despertado su creatividad.
Esta terapia se basa en la realización  y visualización de fotografías personales, así como también de álbumes familiares como catalizadores visuales para evocar recuerdos relevantes, sentimientos, e información contenida en las imágenes, quizá hasta de forma inconsciente.
Para los psicólogos que aplican este tipo de terapia, la fotografía “habla” sobre sus pacientes, esto basándose en la idea de que toda foto contiene información sobre la persona que la hizo, ya que su contenido visual muestra lo que fue importante para esa persona al momento de pulsar el obturador. Además, aún cuando no aparezcan en forma visible, datos como el lugar, el momento, y el por qué de la fotografía dicen mucho de su creador. Pueden ser en algunos casos un reflejo tangible de sus pensamientos, emociones y recuerdos.
Desde el punto de vista de la Psicología, este tema tiene mucho más de qué hablar, en este artículo ha sido tocado de manera muy general, pero lo que es importante entender es que la Fotografía es mucho más que un oficio, que una profesión, que un pasatiempo. Es un valioso recurso para expresarnos, para redescubrirnos y para encontrar paz interior. Grandes y pequeños pueden integrarla a su vida y aprovechar al máximo la magia de “pintar con luz”. No es necesario contar con equipos fotográficos costosos, ya que actualmente los teléfonos celulares y dispositivos móviles cuentan con cámaras de muy fácil manejo y que ofrecen excelentes resultados. Asi que, cero excusas...Aprovecha la Fotografía, una terapia antiestrés económica y divertida. 
¡Vive la Fotografía!

Mayela Fabbiani
Imagen: freepik.com
“…asumo la fotografía no solamente como trabajo sino como cosa de vida, como aquello que me alimenta.”
Luis Brito, fotógrafo venezolano (1945-2015)


Artículo publicado en Inspirulina.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario